Iniciemos el
año con el deseo de mejorar, no por la
voluntad política de las corruptas instituciones, sino por el necesario
compromiso de la unidad de acción de la sociedad civil. Respecto al escándalo
de la tarifa eléctrica y de la alarmante contaminación de sus fuentes
energéticas, me congratula la noticia de la creación en Cantabria de una
cooperativa –auto gestionada no lucrativa- productora y distribuidora de
energía eléctrica, totalmente limpia. Quienes deseen información, la
encontrarán en internet: enerplus cooperativa, más en: enerpluscoop@gmail.com.Pensaba dedicar esta reflexión al apéndice, pero le
aplazaré, por la información en caosenlared y Revelión de Manuel M. Navarrete:
Trotky el primer stalinista. La tesis de Navarrete es muy sencilla: Ni Trotsky
ni Stalin existieron según las versiones de sus partidarios. Ni Stalin fue el
glorioso padre de los pueblos, ni Trotsky
un activista anti burocrático ni anti represión. ¿Qué es el stalinismo?
Para el militante medio: La represión, la calumnia contra el enemigo político,
la militarización de la sociedad, la burocracia dictatorial del partido único,
la ausencia de control obrero y popular sobre la producción, el férreo
dogmatismo ideológico, el culto a la persona y la deriva hacia el reformismo.
Si el “stalinismo” es eso, Trotsky fue el primer stalinista. Respecto a la crítica de falta de respeto intelectual
por historiadores “imparciales”, eran militantes trotskistas, como Deutscher y
Mandel, mi artículo contaba con 25 fuentes directas. En la revolución
bolchevique 1917-1923, tras la ilegalización del partido Kadete (el Comité
Ejecutivo de todas las Rusias) protesta a Trotsky, por las detenciones y
registros arbitrarios. La respuesta es: “Protestais contra el débil terror que
estamos aplicando contra nuestros enemigos de clase, pero antes que transcurra
el mes, el terror asumirá formas muy violentas, siguiendo a los revolucionarios
franceses”. “La guillotina estará lista,
no solo la prisión”. A la semana nace la Checa amenazando ferozmente: Por cada obrero y soldado en
manos del enemigo, exigimos 5 Kadetes. En 1920 dice: Una guerra victoriosa, solo
extermina una ínfima parte del ejército vencido, pero desmoraliza a las
restantes. La revolución actual actúa igual: Mata a unas personas, aterra a
miles. El terror rojo no se diferencia de la insurrección armada de la que es
continuación (…) Nuestras comisiones extraordinarias, fusilan a los grandes
propietarios, a los capitalistas, a los generales que intentan restaurar el
capitalismo. ¿Percibís ese matiz? ¿si? Para nosotros los comunistas es
suficiente. Presentar un análisis en el
que Stalin sea el inaugurador de la represión en la URSS, es falsear la
historia Soviética. Recordemos el “telegrama a los comunistas de Ponza” de
Lenin, el 11-8 -1918. Deben (ahorcar sin falta para que el pueblo lo vea) por lo menos 100 kulaks notorios, los ricos y
chupasangres. Publiquen sus nombres. Quítenles todo su grano. Ejecuten a los rehenes. Esto debe llevarse a
cabo, para que centenares de miles temblará gritará: Ahorquemos a esos kulaks
con recibo de ejecución. P.D. Utilicen a su gente más dura. Lenin, Stalin y
Trotsky, empleaban la fuerza. Pero ¿sólo contra los enemigos de la guerra
civil? Bettleheim, en la lucha de clases en la URSS Trotsky declara en el lX
congreso del partido (29-3-1920) : “Hay que decir a los obreros el lugar que
deben ocupar, como si fueran soldados, durante la transición del capitalismo al
socialismo”. “Los desertores del trabajo serán enviados a campos de
concentración”. En las actas de dicho congreso figura: Trotsky el “enemigo de la represión” ¡Esperemos que
alguien tome nota de la incoherencia del trotskismo! ¿A quién le sorprende? ¿No
recordamos Kronstadt en Marzo de 1921 Trotsky
dirigiendo a 50.000 soldados del ejército rojo que reprimen a sangre y
fuego a estos obreros (héroes de la revolución de 1917) amotinados
reivindicando libertad de expresión y sindical para los partidos socialistas y
anarquistas ilegalizados por el Estado, acusados de ser aliados de los blancos,
siendo incierto? Como sabemos, entre
1936 y 38 Stalin juzgó y condenó a buena parte de la burocracia del partido en
sus procesos de Moscú, acusándoles de
diversas calumnias. Respecto a Kronstadt, la cuestión no es tanto, si era
necesario reprimirlos, sino, si era necesario mentir. De modo que si Trotsky es
el primer Stalinista, cómo defendemos
sus calumnias sobre Kronstadt?
¡Es el primer proceso de Moscú!!
(Continuará con el epígrafe)
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