Continúo informando crítica y reflexivamente
sobre el funcionamiento –verificable- de las instituciones del vilipendiado
socialismo cubano. Lo hago lo más ajustado a la realidad. Pero ¿cómo no cometer
errores en su desarrollo dada la letal contaminación social y las ingerencias
políticas del monstruoso capitalismo, que dificultan el avance cultural
solidario de amplias capas
sociales
poco receptivas? ¿Cuánto tiempo será necesario
para
liberarlas del lastre cultural milenario que no se cambia “en cuatro
días”? Para comprenderlo, las
diversas reconversiones vitales que
liberen la mente son importantes (...)
Respecto a la economía, en mi anterior Nº- lV se perfilan las
preferencias. Invierten el 50% del PIB en educación y sanidad, porque este
socialismo se fundamenta en personas revolucionarias con cultura en valores
humanos solidarios proclives a
compartir, no en contravalores ego-competitivos exterminadores (...)
-Permítanme una anécdota al
respecto- En mi juventud
vivida en un ambiente conservador,
oí comentar: “dar preferencia a las carreteras sobre la cultura, facilitaba
paseos para burros”. Aunque no lo entendí bien, con el tiempo comprendí que es
cierto, por ello valoro la cultura socialista, porque un pueblo con esta
cultura, no cometerá errores infantiles (...)
Siguiendo con la economía, el otro 50% del PIB -menos el 1,8% destinado a defensa- el 30,2% le invierten en fortalecer el tejido social
sin discriminación humana, priorizando la industria, base de estabilidad
estatal e incentivadora de los sectores primario y terciario, para conseguir
mínimos de auto-sostenimiento digno, evitando la excesiva dependencia exterior
y garantizar la soberanía alimentaria y estatal, siempre amenazadas por el
imperio y sus lacayos (...) ¿Cuál es el principal complejo industrial cubano? A
pesar de los obstáculos de los oligopolios industriales sanitario-medicinales,
Cuba se destaca mundialmente por el desarrollo de la investigación y producción
de medicamentos eficientes, incluidas vacunas baratas asequibles a países
subdesarrollados contra sus epidemias y pandemias. Así lo han demostrado en
llamadas de grave alarma, cuando a los oligopolios no les salían las cuentas,
Cuba las fabricó a precios simbólicos (...)
¡No confundir con publicidad!!
Respecto al funcionamiento político institucional, el factor más
determinante es el sistema electoral sin participación de partidos -tampoco del
partido comunista responsable de la defensa del socialismo por las constantes
persecuciones y amenazas- Lo cuál supone la máxima acusación de que no hay
democracia. Aquí está el “nudo gordiano” que define la diferencia del contenido
real de las democracias. Partamos del “binomio” democracia formal burguesa representativa
y de la participativa en plano de igualdad económica y social. Aquella con
blindaje partidista, gobierna con el poder oligárquico que la respalde,
exigiendo programas ambiguos para no cumplirlos. La participativa, se enfrenta
a chantajes oscurantistas represores y al limitar las infraestructuras
mediáticas disponibles, ahogan la voz del pueblo para evitar que predomine la
genuina democracia participativa como la cubana, pensando en los intereses de
toda la población. Dicho partido solo presenta sobre un 60% de las candidaturas
¿son muchas? Las suficientes para evitar chantajes. De esta manera, todo
colectivo puede presentar su programa con pleno derecho, eso sí, con la
condición de que es un servicio gratuito y si no cumplen con el programa serán destituid@s ¡Parecida a la corruptora democracia
representativa, porque además de las elevadas asignaciones algun@s aprovechan para robar impunemente!! (...) Sin embargo quienes roban a mansalva, nos
timan diciendo –como Rajoy- que es
cuestión de personas -¡dejémonos de
monsergas!!- En el sistema cubano no puede ocurrir, porque además de la educación fraternal, la economía
al ser pública no existen lucro ni especulación legal. Por ello, la democracia
participativa –siempre mejorable- aplicada al ejecutivo, también sirve para el
legislativo, presentando los proyectos de ley a la aprobación de todas las
instituciones del Estado. Pero, cuando no tienen suficiente apoyo los retiran.
¡Qué diferencia con los “superdemocráticos gobiernos capitalistas, que
resuelven a decretazo limpio”!! (...)
Santander Cantabria
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