Después de la reflexión crítica sobre Alba Rico,
sigo con la política Marxista Leninista o Trotskista. Dada la
constante pelea dialéctica entre Lenin y Trotsky sobre la interpretación del
marxismo y de su aplicación, considerando las graves consecuencias producidas
en el “duelo incruento”, me he documentado de la historiografía solvente sobre
el periodo, acudiendo a documentos originales. Entre otras fuentes: El
periódico Liberación (Buenos Aires Noviembre de 1987), Corriente Roja Historia
de Trotsky y del trotskismo ( (l)
www.corriente roja.net 7-11-2006), Manuel M. Navarrete León Trotsky el primer estalinista (Para Kaos en la Red 27-7-2010), Manuel M. Navarrete Trotsky no existe (Revelión 8-1-2010), Ludo Martens El trotskismo al servicio de la CIA contra los países socialistas (Ediciones del Partido del Trabajo de Bélgica -PTB- Bd. M. Lemonnier 171 1000 Bruselles, Julio de 1993). Con esta documentación, procurarè reflexionar sobre este complejísimo y grave asunto, suscitado por el provocador escrito publicado por Carlos Varea y Loles Oliván el 24-10-13 en Diagonal, centrándose en la crítica descalificatoria “a personajes que nada saben de la región árabe y de su historia (…) fácilmente identificables por su esquematismo mental y su agresividad verbal (…) y por reeditar una y otra vez una ideología que podríamos llamar neoprosovietismo, cuyos ingredientes, son la necesidad picológica de tener regímenes referenciales y el justificar lo injustificable remitiéndose a una geopolítica de cartón-piedra”.
“Ciertamente, tras ellos está la sombra de un piolet: Ya no
pueden asesinar a quienes discrepan educadamente de su dogmatismo zafio, pero
sí, como durante el estalinismo, dedicar todas sus energías a difamarles y
desacreditarles”. Etc. Terminando con el mas incondicional apoyo a Alba Rico
con una simple frase repetida: “Siria no es Irak”.
La sabiduría popular, sí que
sabe: “Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, así mismo, señala
que “la ignorancia es la madre del atrevimiento” ¿Quiénes no habremos dicho
cosas importantes sin saber realmente su contenido? Para evitarlo ¿Qué mejor
que la humilde fraternal autocrítica para huir de la posible manipulación y
buscar en documentos originales las verdades objetivas? Ciertamente, es difícil
cuestionarse teorías elaboradas por colectivos o personajes compartiendo afinidad
ideológica, aunque estén manipuladas. Por ello, en esta sociedad tan corrupta y
en el caso que nos ocupa, para saber lo que realmente subyace en el fondo del
conflicto árabe, dada la importancia del asunto, pueden informarse del contenido de sus frases:
Siria no es Irak –y de muchísimo más- con el artículo “El reparto del mundo
según Kissinger” de Purificación Gonzalez de Blanca-Ojos para la Paz Cadid 3-12-12. Para tratar temas de calado contenido
ideológico, entiendo deberá hacerse –en la medida de lo posible- con objetiva
imparcialidad. ¿Cómo conseguirlo? ¡He aquí el quid de la cuestión! Será
imprescindible el ejercicio individual y colectivo de honestidad cívica
buscando en documentos originales -no trucados- la auténtica historiografía, (por ser la clave hay que repetirlo) para
rechazar con datos, la intoxicación de quienes se erigen en libertadoras/res,
con la “melodiosa revolución
permanente”, atractiva para gentes políticamente ingenuas. No juguemos con la
honestidad dejándonos contaminar (…) Respecto al “duelo político” entre Lenin y
Stalin opuestos a Trotsky, antes, durante y después de la revolución de Octubre
en la URSS ¿Cuáles serán las auténticas causas? Ya se irán descubriendo ¿Por
qué después de la muerte de Lenin, la información mediática convencional
capitalista siempre se decantó y continúa actualmente a favor de Trotsky y en
contra de Lenin y Stalin? ¿Tan tonto
será el capitalismo para que apoye al trotskismo, creyéndose su mayor enemigo?
Los trotskistas han presentado las cosas, como si la gran divisoria se
planteara entre Trotsky y Stalin, por ello, “Estalinista” es la jerga
trotskista para decir comunista y congratularse con los anticomunistas. (Esto
para otro artículo)
Paco Torre Soberón
www.corriente roja.net 7-11-2006), Manuel M. Navarrete León Trotsky el primer estalinista (Para Kaos en la Red 27-7-2010), Manuel M. Navarrete Trotsky no existe (Revelión 8-1-2010), Ludo Martens El trotskismo al servicio de la CIA contra los países socialistas (Ediciones del Partido del Trabajo de Bélgica -PTB- Bd. M. Lemonnier 171 1000 Bruselles, Julio de 1993). Con esta documentación, procurarè reflexionar sobre este complejísimo y grave asunto, suscitado por el provocador escrito publicado por Carlos Varea y Loles Oliván el 24-10-13 en Diagonal, centrándose en la crítica descalificatoria “a personajes que nada saben de la región árabe y de su historia (…) fácilmente identificables por su esquematismo mental y su agresividad verbal (…) y por reeditar una y otra vez una ideología que podríamos llamar neoprosovietismo, cuyos ingredientes, son la necesidad picológica de tener regímenes referenciales y el justificar lo injustificable remitiéndose a una geopolítica de cartón-piedra”.
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ResponderEliminarA la: vista esta el resultado de la revolución comunista mundial: La sociedad Rusa degradada por el capitalismo salvaje propulsado por los oligarcas del PECUS, que soltaron el poder político y se quedaron con el control de las grandes empresas nacionales de gas petroleo, energía nuclear etc. La China de Mao ha derivado en algo aun peor: se ha trasformado en la cabeza del dragón capitalista mundial. Emergen en estas sociedades nuevas clases dominantes, burguesías creadas por la expansión de la economía china que es líder mundial en tecnología en una economía que ha desbancado a EEUU, Japón y Europa en el liderazgo de la economía mundial. China es el primer acreedor del mundo, dueño de los derechos de la deuda de todas las potencias industriales de occidente. Eso lo ha hecho, robando con alevosía la plusvalía generada por el trabajo de millones de personas sometidas a jornadas laborales de 12 horas con sueldos que no cubren ni la cuarta parte de cubren sus necesidades básicas. Por eso creo que la revolución socialista volverá a estallar en las narices de los zares y mandarines rojos. Las grandes economias industriales del siglo XX y sus socios son ahora piezas del monopolio capitalista mundial subsumidas a la nueva potencia capitalista dominate del siglo XXI que no es otra que China.
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