Con este
reflexivo comentario, finiquito esta temática, considerando que en el acierto
restrictivo de su aplicación en ciertas áreas sociales, laborales y en
actividades de alta competición:
Olimpiadas, Fórmula 1, Rallyes, las distintas cilindradas de motos etc. por su
derroche energético contaminante, ¿No debiera cuestionarse la reducción hasta
su necesaria desaparición, evitando el grave daño a la salud humana y
medioambiental? ¿Por qué no reducir hasta eliminar, la fabricación
armamentística más genocida con las indefensas comunidades civiles y su
entorno? Si los problemas más graves que padece la humanidad, son el desarrollo
humano por carecer de mínimos económicos dignos y la contaminación atmosférica
causante del devastador cambio climático. ¿Cómo no cuestionarse también todos
los deportes de alta competición, futbol, balóncesto, ciclismo etc. y los
grandes eventos mercantilistas aunque no consuman energía contaminante para su
desarrollo, cuánta consumirán en los mil millonarios desplazamientos mundiales
a estos deportes? ¿Cuántos bi, tri, cuatrillones… importarán económicamente
dichos desplazamientos con sus entradas, más los astronómicos gastos en
fastuosas instalaciones y en los multimillonarios fichajes? ¿Qué decir de la promoción de lideresas y líderes
multimillonari@s como modelos deportistas, para pervertir a la ingenua
infancia, haciéndola competitiva, y rémora de ética social, dando culto a las
élites y al dinero, obstruyendo la cultura fraternalmente solidaria?
Considerando que ya no vivimos el subdesarrollo de los años 40 y 50 del siglo
pasado, cuando comentábamos que en EE.UU. existía un aparato en el que se veían
las imágenes a distancias ilimitadas. Permítanme la anécdota de cuando vi por
primera vez la TV. Curiosamente fue en Barruelo (Palencia) a primeros de los
años 60, porque en Santander aún no se veía. Habrá juventud que no sepa que
empezó renqueante en blanco y negro en pantallas muy pequeñas. Las nuevas
tecnologías, han generado un contagio social de locura… Algo parecido ocurría antaño,
en el ambiente juvenil. Recuerdo varias canciones de Verano bailables,
amenizadoras públicamente de los grandes festejos: “A lo loco, mira cómo vive
fulano, mira como farda mengano, ¡a lo loco, a lo loco se vive mejor”…! Tampoco
faltaba humor: “Que se mueran los feos, que se mueran sin perdón, ¡que se
mueran, por bien de la población”…! Así mismo, el frenético ritmo de: ¡“La
Raspa la inventó, Alsua con el balón…”! Estas experiencias vividas en aquellos
años, reflejan la diversión en el mundo rural, a pesar de sus grandes
carencias. Aquel disfrute era muy
natural, como los juguetes infantiles, y más saludable física y mentalmente.
Partiendo de aquella realidad, el 80/90%
de las necesidades actuales, son invento del depredador capitalismo. Para
terminar, les ruego me permitan tomar a Cuba como referente de un sistema
creador de derechos humanos integrales y de respeto al medio natural, siendo
consciente de esta actitud repetitiva, por mi natural exigencia
ético/solidaria, hasta aburrir a quienes me lean y quizá sonrojarse –si les
queda algo de dignidad- a l@s maxim@s responsables de la destrucción del
planeta. Según la ONU –potencial enemiga del eco socialismo cubano- reconoce, junto a la ONG ecologista WWF de
prestigio universal, que Cuba es el único Estado del mundo que cumple con la
sostenibilidad humana y medioambiental. Por ello, cada quien sabrá a qué
intereses sirve despotricando en contra sin conocerle realmente. Esta actitud
generada por prejuicios ideológico culturales y por la perversa información
mediática, pudiera conducir a desastres irreversibles. Por dignidad y justicia
humana igualitaria subsistencial ¿Cómo
no apoyar y divulgar dicha política, eso sí, siempre con actitud positiva
crítica y autocrítica, para corregir supuestos inevitables errores en proyectos
realmente emancipadores, no falsos? Seamos consientes de las trampas
disuasorias del capitalismo para manchar la imagen de su enemigo real, dada su
política en función exclusiva del ser humano, antítesis de la explotación y
destrucción del mismo. Por ello, la tecnología será utilizada para mejorar los derechos básicos, los ineludibles deberes
y la calidad de vida, demostrando que sin el prefijo ECO, no existe futuro.
Paco Torre
Soberón
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