miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿ SOBERANÍA DE LOS ESTADOS O NEOESCLAVITUD ?

Cuando una sociedad no funciona por enferma, urge un dianóstico
sociológico que analice las causas que la llevan galopando, vía
UVI-terminal. Porque a diferencia de las enfermedades humanas, aún
tratándose de las llamadas raras, existe la posibilidad de curarlas
mediante la investigación científica y experimental (cuando no las
obstaculizan algunas corporaciones de la medicina). Sin embargo, las
enfermedades sociales que están causando muchas enfermedades humanas,
deben analizarse con rigor científico-sociopolítico, cuya terapia no
se puede conseguir con fórmulas elaboradas por estas instituciones,
cuya filosofía política y económica está llevando a las sociedades
autonómicas, estatales, europeas y universales, inevitablemente al
caos. Considerando esta perversa realidad, procuraré reflexionar sobre
algunas causas de dicha enfermedad social y sus posibles fórmulas
curativas. Esta terapia, se encontrará en el desarrollo de procesos
emancipatorios transformadores. Aunque suene a topicazo, no se trata
de planteamientos alquímicos, la piedra filosofal se podrá encontrar a
la luz de las experiencias históricas, pero ¿cómo transformar la
sociedad sin previuas transformaciones personales? "Está
meridianamente claro que "no se puede cosechar lo no sembrado..." Esta
vulgar metáfora refleja cual es la semilla sociopolítica y humana que
aplican los gobiernos, con políticas discriminatorias, manipuladoras
del bipartidismo y otros partidos territoriales mayoritarios, entrando
todos al juego sucio y suicida del amortizado y caduco sistema
capitalista. ¿De qué sirve que cambien las leyes si todas llevan
implícito el estigma de la perversión, "adorando el becerro de oro"?
Así, pervierten las mentes con egoismos perturbadores, generadores de
infinidad de conflictos armados de los que se alimenta el sistema.
Ante esta evidente realidad, habrá que cuestionarse -sin frivolizar-
la dogmática legalidad, basada en las injusticias humanas y sociales,
producidas por la dictadura del mercado. Haciendo apología de la
perversión, con su política de cruel maldad, considerando al ser
humano, mero objeto de explotación, marginación y exclusión, en vez de
reconocerle sujeto digno de derechos y por supuesto, de deberes en
plano de igualdad. Pero, ¿cómo exigir deberes sin poseer derechos en
equitativa correlación? ¿Qué puede dar quien nada tiene? Dado que este
sistema no puede dar alternativas, porque lo suyo son las alternancias
en el poder prometiendo cambios, para que lo importante socialmente
siga a peor, agudizando las contradicciones con la descomposición
acelerada, llamada eufemísticamente crisis económica, siendo
aprovechada para recortar derechos básicos, bajo el pretexto de
aumentar el P.I.B., para acumular más capital las clases opresoras, y
miseria los pueblos; cuando lo que realmente necesitan es el
decrecimiento para la auténtica sostenibilidad, dada la precariedad de
recursos naturales y la amenaza de destrucción global, con la
contaminación y el cambio climático. Entonces, ¡La pregunta
histórica!: ¿Qué hacer? Urge realizar políticas tendentes a superar la
legalidad basada en argumentos engañosos y represivos, con movimientos
sociales comprometidos y partidos en sintonía, promoviendo culturas
realmente alternativas sociopolíticas, cuya ética individual y moral
colectiva estén orientadas hacia una legalidad con valores que exijan
legitimidad. ¿Cómo encontrar en la historía la fuente de estos valores
que no cotizan en bolsa? He aquí el quid de la cuestión. Para mí, hay
que buscar sin complejos ni prejuicios, factores estos que precisan de
reconversión personal con firme actitud crítica, solidaria y
desinteresada, de fraternal consideración igualitaria. Este
planteamiento, aparentemente sencillo, se enfrenta a la cultura
contumaz e hipócrita, prometedora de lo imposible. Permítanme
reiterar: Porque los recursos globales sólo darán con justicia
distributiva, para vivir con digna austeridad. No la que nos imponen
con recortes para ayudar a quienes han producido la crisis,
premiandoles con la amnistía fiscal. Estas políticas contumaces están
provocando a la sociedad civil a que se alegre de la nacionalización
de la empresa argentina YPF, filial de la española Repsol, por ser la
mejor forma de soberanía real de los estados, posibilitando vivir
dignamente en su tierra. Nacionalizar para socializar las empresas
públicas. ¡Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...!
A este respecto, Rajoy dice que perjudica a todos. Se referirá a
quienes explotan, especulan y expolian (excepto para favorecer al
pueblo argentino -y entre él a los cientos de miles de descendientes
de cántabros-, así lo manifiesta el 80% de la población). También,
Rajoy reitera que perjudica a futuras inversiones foráneas.
Rigurosamente cierto. Pero debe saber que la contradicción principal
entre el capitalismo y el socialismo marxista, consiste en que el
grueso de la economía de los medios de producción y servicios es para
el capitalismo ultraliberal mercantilista, privada, sin control.
Situándonos al borde del abismo desde las privatizaciones con Aznar, y
para el socialismo, es pública, planificada en función de las
necesidades sociales. Esta es la opción para un autodesarrollo
endógeno, de autosostenimiento y conseguir plena soberanía,
principalmente alimentaria. Mientras los estados vayan caminando hacia
el socialismo o al abismo, es urgente la distribución de la renta
social básica, como trampolín de justicia distributiva al socialismo.
Dada su viabilidad económica, sólo se necesita voluntad política. No
distribuirla sería un gesto genocida, que costaría la misería,
neoesclavitud y/o muerte a miles de millones. ¿No serán conscientes
sus máximos responsables?

Considero importantes las recientes declaraciones de Evo Morales,
presidente de Bolivia (salvando las astronómicas diferencias), de su
política sociocultural hacia el socialismo: "El poder no es para
disfrutarlo, por ello, en la medida que le dejen quienes dinamitan al
pueblo, basará su política en valores: La autoridad que no roba, no
miente y no es floja, no privatizar los recursos naturales y que los
servicios básicos sean derechos humanos" (en estos servicios está la
esencia de la declaración universal). Estos valores y otros de
similares contenidos, harán de los estados un referente hacia la meta
dorada, el socialismo y el comunismo. Evo, tiene a honor patrio y
democrático-participativo, la legitimidad de haber conseguido el estado
plurinacional, arrebatando a la oligarquía el autoritario y represivo
Estado centralista... Aquí hacen lo contrario, se quieren cargar el
Estado plurinacional, con su política antiautonómica, centralista y
autoritario-neofascista...




paco torre soberón

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